A medida que el clima se enfría, puede ser fácil olvidarse de beber suficiente agua. Las personas a menudo sienten menos sed en los meses más fríos, pero el cuerpo todavía necesita líquidos estables para mantenerse saludables. El aire seco de los calentadores y los vientos fríos puede incluso hacer que pierda la humedad más rápidamente. Mantenerse hidratado ayuda a mantener sus niveles de energía estables y respalda su sistema inmunológico. Los hábitos simples como tomar bebidas tibias, comer alimentos ricos en agua y establecer recordatorios pueden marcar una gran diferencia. Prestar atención a la hidratación durante esta época del año es tan importante como en el verano.